sábado, mayo 14, 2005

Amenazas



"No es que carezca de sentido de culpa, pero la verdad es que no me atormento. Las sensaciones llegan y se van, son aves migratorias, y cuando vuelven, si vuelven, ya no son las mismas [...] Entonces ¿a qué ahogarse en el deber? El deber, al igual que el dolor (¿o será otra filial del dolor?) es un cepo. Esto hay que saberlo de una vez para siempre, si queremos que su gesto amargo, rencoroso, no nos sorprenda para siempre. [...] Es obvio que el futuro está lleno de amenazas, de riesgos, de inseguridades, pero yo creo (de creer en y de crear), para mi uso personal, un cielo despejado. De lo contrario, el goce se me gasta antes de tiempo. Vos te aferrás al instante, ése es tu estilo. Mi instante, en cambio, quiere ser prólogo de otro, aunque lo más probable es que luego ese otro instante no comparezca. Algo o alguien puede matar mi futuro, pero que sepas que mi futuro no es suicida"
Mario Benedetti, "Vaivén", Despistes y franquezas, pág 118-119.