Partida

“No siempre es posible darse cuenta de las maravillas de una evasión. El hombre que se escapa, repitámoslo, es un inspirado; hay algo de la estrella y el relámpago en la misteriosa claridad de la huida; el esfuerzo hacia la liberación no es menos sorprendente que el vuelo hacia lo sublime; y se pregunta de un ladrón evadido: ¿Cómo habrá escalado esa pared?, del mismo modo que se dice de Corneille ¿Qué le habrá inspirado esa escena? ”
Víctor Hugo, Los Miserables, Cuarta parte “El idilio de la calle Plumet y la epopeya de la calle Saint-Denis”, pag. 138

Simpatía

“Para que una obra espiritual relevante pueda tener sin demora una incidencia amplia y profunda, ha de existir una secreta afinidad, cierta armonía incluso, entre el destino personal de su autor y el destino universal de su generación. Los hombres no saben por qué consagran una obra de arte. Pese a no ser, ni mucho menos, conocedores, creen descubrir en ella cientos de cualidades para justificar tanta aceptación; pero la verdadera razón de sus razones es un imponderable: es simpatía. [...] Casi todo lo grande que existe, existe como un “a pesar de”, y adquiere forma pese a la aflicción y a los tormentos, pese a la miseria, al abandono y a la debilidad física, pese al vicio, a la pasión y a mil impedimentos más.”
Thomas Mann, La muerte en Venecia, pág. 30

(La foto es de Juanjo, de Marzo, en Madrid...)

Lejanía

“Ver mil objetos, por primera y última vez, ¿qué hay más melancólico y más profundo? Viajar es nacer y morir a cada instante. Quizás, en la región más vaga de su espíritu, comparaba aquellos horizontes variables con la existencia del hombre. Todas las cosas de la vida huyen perpetuamente delante de nosotros; se mezclan la claridad y las sombras: después una viva luz, viene un eclipse; el hombre mira, corre, tiende las manos para coger lo que pasa; cada incidente es un recodo del camino; y, de repente, llega la vejez. Se siente como una sacudida, todo es negro; se distingue una puerta oscura, el sombrío caballo de la vida que nos arrastra se detiene súbitamente, y se ve a un ser, velado y desconocido, que lo desengancha en las tinieblas. “
Víctor Hugo, Los Miserables, Primera parte “Fantine”, pág. 239

Fatalidades

“¿Qué le importa? ¿Por qué se preocupan tanto de mí? Probablemente porque perciben que hay en todo eso algo que no pueden comprender. Si se tratara de unas relaciones mundanas corrientes, me dejarían tranquilo, pero advierten que la cosa es seria, que no se trata de un simple capricho y que quiero a esa mujer más que a mi vida. Y, como no conciben que pueda sentir por ella lo que siento, se irritan. Sea cual fuere nuestra suerte, nosotros nos la hemos creado y no nos lamentamos (pensaba, incluyendo a Ana en ese “nosotros”). Y los demás se obstinan en enseñarnos a vivir. No tienen idea de lo que es la felicidad, ignoran que sin ese amor no habría para nosotros ni alegría ni dolor en el mundo, y la vida misma no existiría.”
Lev Tolstoi, Ana Karenina, Primera parte, pág. 193

Fines

“No importa morir. Lo terrible es no vivir”

Víctor Hugo, Los Miserables, Quinta parte “Jean Valjean”, pag. 530