martes, septiembre 27, 2005

Cambios


" Lloraban unos tristes Pasajeros
viendo su pobre nave combatida
de recias olas y de vientos fieros,
ya casi sumergida;
cuando súbitamente
el viento calma, el cielo se serena,
y la afligida gente
convierte en risa la pasada pena;
mas el piloto estuvo muy sereno
tanto en la tempestad como en bonanza,
pues sabe que lo malo y que lo bueno
está sujeto a súbita mudanza."
Félix M. Samaniego, Fábulas, "Los navegantes", Libro cuarto, XXIII, pág 313.