lunes, octubre 17, 2005

Manipulación



"Una hora más tarde el suboficial me trajo el pase firmado con el garabato de Purgachov y me dijo que éste me estaba esperando. Le encontré preparado para partir. No puedo explicar lo que sentía al separarme de aquel hombre terrible, el monstruo, el malvado con todos, menos conmigo. ¿Por qué no decir la verdad? En aquel momento una fuerte compasión me atraía hacia ese hombre. Deseaba ardientemente liberarlo de los miserables que él dirigía y salvarle la vida antes de que fuera demasiado tarde. Shvabrin y la gente que nos rodeó me impidió expresarle todo lo que tenía en mi corazón".
Alexander Pushkin, La hija del capitán, Pág. 123